La Casa Real debe negarse rotundamente a que Su Majestad se preste a formar parte del circo organizado por el okupa del Tribunal Superior de Justicia de Castilla La Mancha, el desacreditado Vicente Rouco.
Felipe VI no debe de acudir a los fastos organizados por Rouco en Albacete, quien se ha apresurado en pregonar, a través de su cadena amiga la COPE local, que el rey acudirá a respaldarle, cuando en realidad el acto previsto para el viernes 21 de enero se centra únicamente en inaugurar el nuevo edificio que albergará a los juzgados de Albacete y la fiscalía provincial.
Por causa de esa manipulación aprovechada, resulta contraproducente la presencia del monarca en el mencionado acto, si se tiene en cuenta que últimamente arrecian las sospechas sobre la presunta psicopatía del presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla La Mancha.
La sección primera de la Audiencia, presidida por Juan Ramón Brigidano Martínez, lo deja bien claro haciéndose eco, mediante su Auto nº 570, de los desequilibrios que llevan al presidente del TSJCLM (cuyo cargo okupado caducó en diciembre de 2020) a cometer un incontable cúmulo de anomalías.
Deja patente el texto de la resolución que los jueces de Toledo conocen tal circunstancia: “Los hechos que se denuncian son la ‘presunta psicopatía’ del presidente del TSJCLM, D.Vicente Rouco, que estaría detrás de unos desahucios ilegales como represalia contra el juez Presencia y el jefe de prensa de la asociación fundada por él, ACODAP.”
ACODAP, la asociación contra la corrupción presidida por el juez Presencia, desaconseja sin la menor duda que Felipe VI se preste a intervenir, como representante del Estado, en las maniobras de Rouco para blindarse, mientras urge al CGPJ para que se realice de una vez sin dilaciones el test de aptitud mental al mencionado Vicente.
El papel de árbitro y moderador de las instituciones que le asigna el artículo 56 de la Constitución, prohíbe al Rey participar en ningún tipo de homenaje que pudiera ser considerado como propio por Vicente Rouco.
Hay que tener en cuenta que las represalias de este personaje han consistido en intentar expulsar de la carrera, por todos los medios a su alcance, al juez Presencia por denunciar la corrupción, cuando sin embargo ha sido precisamente Su Majestad, el Rey Felipe VI, quien se ha empeñado de manera denodada en que esa expulsión, a todas luces injusta, no se produzca.
Pero mejor leer el Auto de la Audiencia de Toledo. No tiene desperdicio.
Animo, Don Fernando. Siga en la lucha. La Justicia debe prevalecer y mas en su caso.
Ánimo, Don Fernando y equipo, y siempre gracias por su inconmensurable labor.